El papel del papel en la era digital

Hace unos días se abría una divertida polémica en redes sobre el papel del papel en la era digital con el lanzamiento del nuevo magazine de «El Mundo» que, se llama, precisamente «Papel«. Muchos no tardaron en especular si sería una recogida de guante del primero blog, luego leiv motiv y finalmente editora del periódico «El Español»  «No hace falta papel» (blog de María Ramírez y Eduardo Suárez). Entonces ¿hace falta o no hace falta papel?

Para algunas cosas sí, para otras cosas no. Depende del contenido, del público objetivo, del uso … Hay varios ejemplos de revistas de papel que están funcionando (creo, no tengo datos), pero se me vienen a la cabeza Jot Down Magazine o cualquiera de las del grupo SpainMedia (Esquire, Tapas, Forbes…). Aunque parece bastante insensato seguir publicando en papel prensa fresca porque para cuando quieren publicar la noticia, las redes sociales ya saben que el asesino es el mayordomo. Tenemos algunos ejemplos recientes horribles (como el asesinato en directo de los dos periodistas o el caso de Charlie Hebdo). Pudiendo seguir las noticias en tiempo real ¿queremos que nos las cuenten al día siguiente? Igual una reflexión tranquila una vez a la semana, pero el concepto «diario» no sé si tiene mucho sentido.

Trabajo en digital desde 1997. En todos estos años la pregunta «¿el papel desaparece?» ha sido recurrente. No tengo respuesta. Me encanta el mundo digital. No estoy en este sector por casualidad, sino por elección. Pero sigo leyendo en papel, me gustan ciertas revistas de papel, me gusta cómo huelen y a las reuniones voy con cuaderno y agenda. Creo que si algo tenemos que aprender de la interpretación de datos de comportamiento de usuarios digitales es a entender que hay casi tantos tipos de usuarios como usuarios en sí. Es difícil extrapolar.

Lo que hablábamos Miguel Núñez y yo a raíz de aquel debate era sobre si incluir elementos digitales en un soporte no digital hacía perder al soporte no digital su idiosincrasia. Creo que se pueden contar muchísimas cosas en digital al ser la puerta natural de entrada a un universo multimedia casi inabarcable. Eso está claro. Aún está por llegar el formato definitivo o a lo mejor no llega porque no hay un solo formato definitivo, pero parece claro que el multimedia es digital. Bien. Pero ¿entonces tenemos que privar al papel de esa experiencia multimedia? Yo creo que no. Todo suma.

Hay muchos ejemplos evidentes que se usan desde 2011 de cómo podemos convertir en «interactivo» un folio: la realidad virtual (aquí algunos ejemplos), códigos QR o similares que nos lancen a distintas URLs (desde listas de spotify a vídeos de youtube). Es algo que ya se hace habitualmente y no resulta novedoso … Actualmente podemos usar casi cualquier imagen como tag y que al «escanearlo» con un dispositivo, se realicen las acciones que se hayan programado. El reto sigue estando en ofrecerle algo al lector que le invite a ejecutar la tarea y que realmente le aporte algo más a la experiencia lectora.

Hace un par de años, el grupo «La Unión» se decidió a completar la experiencia de sus usuarios metiendo la tecnología en su disco Hipgnosis con Hip.gnosis, una app que permitía ver en realidad aumentada algunos contenidos en la portada y el libreto. Lo cuentan Luis y Lluis (bajista y desarrollador, respectivamente):

Muchas revistas han incluido QR o Tags a contenido extra (el making off de la colección, por ejemplo, o realidad aumentada de los anunciantes…). Pero un paso más en realidad aumentada lo dio IKEA con su catálogo de 2013. La tecnología ya está disponible, lo interesante es hacer cosas divertidas con ella.

Esto no resuelve un problema que comentaba Miguel Núñez «pero entonces, para leer el periódico, necesito tener una tablet, así que me quedo solo con la tablet«. Es cierto que por sí mismo el papel solo se puede convertir en 3D haciendo papiroflexia, pero también es verdad que no solemos separarnos mucho de nuestros teléfonos ni cuando estamos leyendo tranquilamente en la playa (porque hay que fotografiar el libro que leemos). Mi respuesta es que es contenido extra que no es necesario para entender el mensaje, pero sí le aporta elementos que lo convierten en algo más redondo (la definición de lo «transmedia» es tan parecida, que no estoy descubriendo nada nuevo), con lo cual el usuario no «necesita» usar el smartphone, sino que «puede» usar el smartphone si quiere.

DrawFighters

En Wildbit somos digitales, no puede ser de otra forma siendo un estudio de videojuegos, pero tenemos muy presente el papel. Estamos trabajando en nuestro próximo lanzamiento, «DrawFighters«, un videojuego para PS4 en el que los jugadores dibujarán sus propias criaturas. Y podrán hacerlo tanto en digital como en papel, ya nos encargamos nosotros de meterlas dentro del juego, como hicimos en DrawPets, el Laboratorio del Doctor Blue y los dibujos en cera de Olga de Dios.

Y, para terminar, los expertos hablan.

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