Música pandémica

Que el arte nos salvó durante el gran confinamiento de 2020 y la pandemia que parece no terminar nunca es algo incuestionable. Vimos músicos tocando desde sus casas, como Mikel Izal (aquellas sesiones domésticas acabaron en un disco, «Desde Casa» que se puso a la venta y lo recaudado fue para Banco de Alimentos),

vimos a músicos dando conciertos desde salas cerradas, para recaudar para las salas (como el #SOSFESTIVAL)

y vimos a músicos juntándose desde sus casas para componer un tema en agradecimiento al personal sanitario («Los abrazos perdidos» de Vetusta Morla et al.).

Pero también tuvimos la oportunidad de descubrir a un montón de artistas que, una vez abiertas salas y festivales de nuevo, han dado el salto de su casa al escenario. Estos son algunos de los músicos y músicas que nacieron de la pandemia:

Nandi Bushell

Hace unos días Dave Grohl la definía como el espíritu del Rock’n’Roll. Con 9 años (cuando empezó la pandemia) sus covers rockeras (y no solo) empezaron a atraer la atención de público y de los músicos a los que desafiaba. Rápidamente sus cifras de seguidores se dispararon y sucedieron historias tan bonitas como la de Tom Morello enviándole una de sus guitarras (lo que ha terminado convirtiéndose en Nandi Bushell y el hijo de Tom Morello componiendo un himno generacional contra el cambio climático). La «drum battle» con Dave Grohl volvió loco a internet y terminó con Nandi cerrando el concierto de Los Angeles de Foo Fighters con un Everlong que, de nuevo citando a Grohl, «robó el show». Tenemos Nandi para rato. Es un portento de niña, multiinstrumentista, divertida y, si la presión paterna no se tuerce (ay, Amy, Britney…), la podremos disfrutar sobre el escenario durante muchos años más.


Sam Ryder

Una voz excepcional y su larguísima melena rubia convirtieron las versiones de Sam Ryder en publicaciones que se compartían de forma masiva, incluso por los propios versionados (como Alicia Keys, con la que llegó a hacer un dueto). De las versiones en su salón, con la lamparita verde de fondo, empezaron a surgir canciones propias que va publicando digitalmente y con las que ha iniciado su gira (primero por su Inglaterra natal, y en los próximos días se anunciarán las fechas europeas).


Laufey

De madre china y padre islandés, con formación musical profesional clásica -es violonchelista profesional y multiinstrumentista, debutó con la Orquesta Sinfónica islandesa cuando tenía 15 años-, Laufey no tiene los números de Nandi o Sam, pero es una delicia topársela en el feed. Está especializada en el Great American Songbook y ha estado becada con beca presidencial en Berklee. En Islandia participó en Iceland’s Got Talent hace unos años, pero esta música (de familia musical) pero lo que le ha hecho llegar a tener más de 250000 seguidores en IG y 337000 en TikTok han sido las versiones que nos ha regalado durante los últimos meses. Como en los anteriores casos, ya ha empezado a sacar sus canciones y en sus shows presenciales se suceden los «no hay entradas».


The Linda Lindas

La fama de la banda punk infantil-adolescente (tienen entre 10 y 16 años) femenina The Linda Lindas no surge exactamente de la pandemia y de hacer vídeos en su casa sino de un vídeo tremendamente viral en un concurso de bandas en la biblioteca pública de Los Angeles en mayo de 2021. Rápidamente se sucedieron los vídeos domésticos -en cuanto los exámenes de final de curso las dejaron-, sus cifras se dispararon en redes, sacaron disco y empezaron a actuar. Con la maquinaria angelina de marketing musical detrás, estas dos hermanas, una prima y una amiga de origen asiático/ latino, de momento siguen fieles a su espíritu punk. Y sí: también cuelgan el cartel de «No hay entradas». Unas dignísimas e increíbles sucesoras de las Riot Grrrl.


Stay Homas

Desde la azotea de su casa en Barcelona, Stay Homas nos trajeron durante el confinamiento música, alegría y puestas de sol. Se hicieron virales y rápidamente abrieron informativos en tele y radio y actualmente ya los tenemos en carteles de grandes festivales patrios como Inverfest 2022 que viene precedido por una minigira mundial.


Todos estos meses tan duros para la música en directo se ha oído con frecuencia eso de «la música se muere». Nunca he estado de acuerdo. Puede que la industria musical sufra -¿cuándo no?- pero la música, quienes la crean y quienes la escuchamos, siempre estamos, sea cual sea la situación y el canal por el que se transmita. También he leído muchas veces eso de «no hay nada como la experiencia del directo» y no dejo de pensar en todas esas personas que por sus circunstancias personales (movilidad reducida, ingresos, situación familiar o que viven en zonas apartadas) no tienen la opción de disfrutar de la música en directo tanto como les gustaría pero que, durante todos estos meses, han tenido la oportunidad de disfrutar de los directos (digitales) igual que todos los demás.

La relación de redes como TikTok (y por «imitación», Instagram) con la música y la danza en audiencias especialmente jóvenes no ha hecho más que empezar. Es más que probable que lo que hemos visto hasta ahora no sea más que una milésima de lo que llegaremos a ver. A modo de ejemplo, el fenómeno de Sea Shanty de @nathanevanss en TikTok, con la funcionalidad de duetos, que nos tuvo todo el invierno cantando canciones de mar escocesas. La historia está destacada aquí por TikTok.

@tomrosenthalmusic

#duet with @sguerraandre here’s me getting involved with sea shanty Tiktok

♬ Wellerman – Sea Shanty – Nathan Evans