Poco a poco la tecnología se va integrando de forma natural dentro de nuestro día a día. Una vez que se ha simplificado la «comunicación» con las máquinas, una vez que nos hemos acostumbrado a pensar (hasta) en 360º (cada uno hasta donde quiera llegar), hay muchas ramas de la sociedad que empiezan a incorporar la tecnología a su forma de contar las cosas y, sobre todo, a su universo. Esta vez voy a empezar por el final.
1. La semana pasada estuve en Internet Meeting Point en Oviedo. Uno de los estudios ponentes era Delirium Studios, representado por Arturo Monedero. Nos presentó su premiada app «Los Ríos de Alice«. Los Ríos de Alice, una inquietante y delicada aventura gráfica, surgió de una canción de Vetusta Morla. Según contó Arturo (y cuento de memoria, puede que comenta algún fallo al recordarlo), él es muy fan de Vetusta Morla y en un paseo, escuchándolos en los cascos se le ocurrió que podrían hacer ese juego. Se lo comentó a su socio, que dudó de él, escribió a Vetusta Morla que dijeron un «cuéntanos más, nos has intrigado» y finalmente el proyecto se hizo realidad en un videojuego que es, además, un disco. Las ilustraciones son de la polifacética Ane Pikaza y responden al universo intimista y melancólico del grupo y del juego. Es un buen ejemplo de que la suma de dos lenguajes da mucho más que cada una de sus partes.
(me pareció curioso y un poco triste que el creador del juego tuviera que justificar que este juego cuesta algo menos de 4 €… así están las cosas, lamentablemente).
2. Si pensamos «música y videojuegos (o apps) y en español» es fácil que nos venga a la cabeza el proyecto de Jorge Drexler con Samsung y su N. Publicado a finales de 2012, la aplicación permite crear canciones y que Jorge Drexler las cante en tiempo real. Recuerdo aquellos primeros días jugando fascinada con la app. Tres canciones, tres apps y un resultado sorprendente.
3. Por alguna razón que se me escapa hay mucha gente que piensa que me gusta Björk. Y no, no me gusta nada Björk. Pero entre las muchas virtudes que le reconozco está que se le nota que aún no ha nacido un lenguaje completo que sea capaz de recoger todo lo que ella necesita contar. No es raro encontrarla experimentando con tecnología pero desde un punto de vista más holístico. Biophilia (2012, algo mas de 11 €) es algo a medio camino entre un álbum y una clase de ciencias, Biophilia (con sus 10 apps) incluye un paseo por un universo tridimensional que te permite acceder a distintos contenidos de música, ensayos, pintura… Un contenido digital que, además, se está utilizando en algunos colegios de Los Ángeles. Biophilia es, además, la primera app en formar parte del catálogo del MoMa.
4. Un poco anterior, de 2011, es «Yellow Submarine«, un libro interactivo basado en el universo de la canción de The Beatles (la letra, las ilustraciones…). Fue una de las primeras apps que me descargué en el ipad y con la que aún me entretengo a veces.
5. Y para cerrar con una joya (la dejo al final por aquello del efecto recencia).

En 2013 se publicó «John Lennon : The Bermuda Tapes«, una app que recoge el viaje de John Lennon por Bermudas en 1960. Una app para «hard fans» de Lennon, porque descubrirán piezas únicas, y para fans (no tan hard) del músico que disfrutarán mediante un cuidado storytelling de un momento que fue clave en la vida del vocalista de The Beatles. Una parte se acompaña de la voz en off de Lennon contando su viaje mientras nosotros navegamos con él. La otra parte son las cintas (¡cintas!) que recogen las canciones que grabó con una interfaz de cassette genial (¡qué recuerdos!). Cuesta alrededor de 5 € y merece mucho la pena.
La música tiene un aliado natural en la tecnología. La pasión por contar historias, el arte, el universo que es cada disco se complementan para mejor. Ha sido un placer escribir este post.